Salir por salir. Salir por trabajo. Por diversión. Salir por necesidad.
Salir para llegar a un sitio. Para marcharte de un lugar prácticamente sin girarte. Salir por gusto. Salir aunque no te guste.
Salir para tomarte un tiempo. Salir incluso para conocerte. O, si me apuras, para reconocerte.
Salir por evasión. Por distracción. Por fusión. Salir mimetizándote con lo que le guste a tus ojos.
Salir a la aventura. Salir con un plano. Sin planes. Por el planeta. Salir a planear a ras de suelo como un avión en un aula de infantil.
Salir como una perra olisqueando las farolas. Salir con hombres. Con hambre. Con sed en las pupilas. Salir por piernas y con las piernas.
Salir con las llaves pero sin las claves. Salir a la ligera y volver de noche mirando a todos lados. Salir siendo una y volver a las tantas siendo tantas a la vez.
Salir atando cabos y perdiendo el hilo. Salir perdiendo el hilo para atar los cabos. Salir sin rumbo pero con rumba. Salir sin nada y volver con los ojos llenos. Salir cargada y liberarte la cabeza. Salir para encontrarte mientras te perdías.